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Mostrando las entradas de 2006

Somagrafía

"...Sólo necesitaba eso: un mensaje confuso e indescifrable para saber que todo no era producto de una-mente-calculadora que planeaba desmantelar la farsa que no existió. Las cosas se complican a veces, pero esa mañana mi cuerpo quedó temblando en el roce de tu pelo y fue inútil tratar de imponerle todas las razones que advierten lo que no debería ser. Lo incierto se abre paso como un incendio, va derritiendo lo que creímos, nos apura a lo que somos capaces, interroga nuestros miedos y sueños como a niños perdidos, y tal vez no sea tiempo aún, pero vamos por la senda hacia el borde del peñasco. Abajo, el agua donde abandonar los cuerpos. Antes, el abismo: un vacío infinito donde perder la voz que aprendimos -en ese bosque que de a poco se vuelve ceniciento-." de "Traducciones imposibles", H. M., Bs As, 1983

urgencia

ansío entrar/ encajarme en el ocre salado y tibio/ no hacer pie me urge sacarme la ropa como los días que ya no puedo llevar encima al llenar mi nariz con el ardor insoportable del cielo y que no salgan pensamientos y que no soplen letras dichas y que no haya cómo nombrar tanta existencia y que pueda ser /por vez primera/

perdida

sin dormir sin dejar de respirar dulcemente/ he perdido ¿sin querer? todos los números que llevan a vos con las ganas de decírtelo tiradas sobre el edredón agobiante del verano bajo las miradas insultantes sobre los trazos de esa voz susurros de oscuro lobo triste qui busca endurecer um corazoum tam fracu en negra noche tiznada de espera el animal que espera tu luz de luna indiferente en la distancia se relame las heridas y tiembla ante la inmediatez de tu cuerpo

Interrupciones

hay un lugar donde no donde el aire y las calles se cubren de donde hacer el amor te y los cuerpos levitan con un insólito donde la grifa es pura y dulce como tus en ese la luna crece hasta por las grietas de piedras milenarias y pieles nuevísimas /y la noche está pariendo magia cada vez que muere el y debés resguardarte entre sino querés que te haga de su en ese valle la niebla los miedos y los deseos se cumplen pero el misterio intacto como si Lesbia hubiera amado a Catulo y como si Hay ese lugar, un motivo, una excusa para viajar (por ) y hay mi mochila que espera tu (sin más espacios en blanco)

Sobre el Cid y la quietud de las cosas

oh mío muy mío mister Cid el caballero no nos vió ud esa mañana rodando por el suelo y yendo, desde el pino hasta la torre quieta/ mientras el silencio tejía arpegios y la luna huía de la luz que nos amanecía con la magia de las manos que dan contra la nada. Friederich revoloteaba, insomne, mostraba la muerte errante pero el cielo era tan nómade, y fugaz e inevitable nos besaba tontamente, inexploradamente dejando que la calle creciera y que mis pasos fueran al sur más al sur que cualquiera de tus sueños. La playa que quisimos no era aquella arena, y tal vez el mar no esté allí/ para vernos dar nuevamente contra la oscuridad ajena, y tal vez, aprenda que la libertad es eso estar estando condenado a tu tiempo

el paraíso ahora!?

Abu Hazzam abrazó con fuerza las ganas de morir la camisa sudada de Yamil Ellos, con la patria nómade, obligados a lo provisional andaban, dormían en cualquier suelo/ no tenían cama fija, ni mujer Cada uno vivía/ con el sentimiento de encontrarse en él siempre de paso pdta : texto nómade como sus personajes, en escritura constante/ no acabado.
existo y -casi- no pienso caigo, mareada, golpéo el tiempo /que nos falta las voces /que me apuran y el viento de noviembre que lleva ¿a dónde? ¿a la comarca sin límites/ su cuerpo/ el devenir? sigo, cayendo y estoy perdida sin mi estupidez

Rayuela

ella que jugaba a la rayuela respiraba lento antes de cada salto, hacía equilibrio en el pie que más quería el que golpeaba, con su corazón, el suelo frío. En su pequeña palma empuñaba la piedra y no acertaba al cielo, pero blandía su cuerpo como esos guerreros capaces de danzar hasta alcanzar su muerte. Ella sabía que el verde era silencio, y dibujaba de verdes el mapa de su juego, y buscaba a cada paso ¿pero qué? ¿alejarse de la tierra? ¿volar, subir, crecer? ¿dar con alguien que siguiera el juego? ¿que no temiera temer perderse, no ver ni cielo, ni suelo, y estar así, suspendido/ perdido o como preguntándose por qué no? ¿Qué no temiera agotar/arriesgar la respiración a cambio de nada/ o ella jugando?

?

Y aunque pasara díanoche así tan caída por los ojos que no te ven o como muñeco mecánico repitiendo ahhhhhh a cada instante a cada hora con el sueño de las horas que no dormí en vos que no estás aquí ¿y cómo sos? ¿y cómo, puedo imaginarte sin tiempo? o acaso tejer trenzas con la oscuridad para alcanzarte/ crecerán los deberes de la educación pública como médanos alrededor de mis piernas o cintas de colores que sujeten el delirio pero ¿puede vivirse uno, acaso, sin deseo, o desvivirse en la fatiga de las cosas? ¿y yo? ¿puedo dejar de reirllorarreir, cerrar la boca, juntar los labios y decir algo, una palabra que suspenda/calme/alivie esta ansiedad /extrañeza de estar presente/ausente? el jilguerito no sabe decirme dónde escondiste mi voz, en qué bolsillo profundo fue echada y di tú, eh! no me oyes? ahorita di con qué voz, en qué silencio despertármete y no ver blanca el alba

tema de amor

¿y si sólo nos dejáramos atrapar por el misterio, como quien se pierde en la noche sin luna /ni estrellas /ni miedo al abismo? están las nubes llorando por el beso que no te di y en tus ojos las palabras acallan todo alrededor dame en tus manos la paz la tierna hierba que me abriga/ siente un poco del rostro absorto que guardo impaciente de tí corre /vuela en tus pies, la música que no te ata, que no me ata la indescifrable serenata escondida en cada gota de los versos que me crecen y yo no dejo salir no más saudade, almitas tristes la caricia simple juega/ reta al tiempo cruel /y lo deja maniatado /tambaleando y buscando / en las veredas victimitas de gris seda telas que ni el viento echará a volar escucha Dulce Pontes - Cinema Paradiso

Che

cuando las ventanas del mundo se cerraban para que ella no salte/ cuando el errático vacío externo se oponía al incierto destino/ más acá era el vientre, los senos cargados tu nombre heredado y el amor que no se aprende. pudiste desafiar en el malecón tu suerte y sembrar el absurdo que nos deja la muerte pero dejaste pasar los años sin que el mar te mojara, ni los otros, ni los gritos contra el dictador por la Bolívar , ni el ardor del ceviche en medio de la pesada Lima, ni el amor de la niña que adoraba sus muñecas/ así cayeron mis párpados en tu pecho cuando el aire nos llevaba altísimo y rodábamos ahogados hasta la orilla del Querococha, en el gris quedaban el temor al abismo, al placer, a la risa y a todo lo desmedido de que somos capaces/ en la distancia, lo desconocido que nos sabemos, crece con las horas y la música, descubre, en la humedad del parque, con su melena radiante de verdes, al hombre invertido con los pies

"...y se estremece la caja roja del corazón simple como un cuchillo" (J. J. Saer)

Escucho tu voz como huella de algo que no es recuerdo. Llevo lo imposible en el bolsillo del jean que nunca acariciaste. Y más adentro, tanto como para haber perdido todo sentido, como un carozo rodeado del jugo más acido: el deseo de vos. ¿Acaso la palabra que no dije me retumba a cada hora, como latir incierto, para matar a la que nunca seré? Me quedan los cuerpos insignificantes que acumulé bajo la lluvia. Prendidos a mis tobillos buscan llevarme a un mar tan salado donde despierte en estatua. En contrapartida mis pies aun bailan, y me sacuden la sal para creer en tu misterio.

flores amarillas

y en la oscuridad su voz socava el cuerpo, las manos con que repica el ritmo /corazón lento/ entre andar y estarse quieto pasos que acariciaban como una hoja al viento soplo de sus labios que me quimera el tiempo/ mudar los rezos en sueños sus ecos -aun- horadan el hueso tuertos, a ciegas, buscan el beso mis miedos tiernos como cactus corren hacia el sol y él tiñe las espinas de flores amarillas

hoy se fue un querido amigo

ya no volverá a recibirme cuando vuelva a casa, dispuesto a compartir su soledad con la mía. Quisiera escribir un poema sobre la esperanza, pero hoy ya no hay tiempo, hay que volver a la vida.

una casa

una casa límite entre la vereda y mi almohada pared que se levanta entre los chismes y el susurro afuera las horas y aquí mis tiempos las que fui, la que soy y las posibles lijan los muros que me abrigarán el próximo invierno... no mataré a la tortuga cubriendo el caparazón de piedras preciosas

hablando de amar...

arriesgar la camisa, la piel, los botones, los viajes futuros, impagos y heroicos, arriesgar la cena en manteles planchados, la ducha privada, interminable del sábado arriesgar los mates con espuma y amargos, correr con el riesgo infame de dormir pocas horas, andar arriesgando ratos de ocio, callados, de ocio verde de ese que trepa estatuas en la plaza, arriesgar el olor dulce al ámbar, a transpiración del alba, vivir el riesgo improbable de morir por el tedio, caer en la cama a riesgo de dormir sin despertar primero/ en la voz el riesgo de la herida, las disculpas y el disfraz el riesgo como límite entre los deseos y el abismo y nosotros: seres rasgados, agrietados en mil partes/ antes, mucho antes de haber saltado.

oh captain! my captain!

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Como sé que mis post son leídos sólo por mis amigos ¡gracias a la amistad! Supongo que no andaría mal contarles algunas de las fobias que dominan mi endeble y espiritual naturaleza: -elijo al azar algunos ítems y los copio - ODIO : 15 - Los chistes amables, los que juegan con la homofonía, con el equívoco y los chistes que utilizan las palabras que digo con mucha seriedad para provocar una risa como respuesta. 21 - Cualquier película donde salga Robin Williams –el que yo sepa su nombre ya habla mucho de mí- 39 - Que después de una magnífica afirmación, lúcidamente rotunda, algunos quieran salvarse con frases como: “salvo las honrosas excepciones” “no me refiero todos, sólo a algunos”. 41 - Los recuentos de fin de año en la televisión. Nunca los veo, pero su sola existencia me acojona. Lo grave fue en 1999 y los recuentos del milenio. 45 - La noche del 31 de diciembre de 1999 y la certeza de que estaba haciendo el más completo ridículo sin que pueda evitarlo o refugiarme en algún lado m

Dos cervezas más...paga Jorge

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Creo que el responsable de mi aguda agrafía es Hegel. El problema es que no le creo, pero debo creerle para seguir con mis lecturas. Aún más, siento que me molestaría creerle. Tengo la sensación de que estoy frente a uno de esos que se aguantan los pedos un día entero para soltarlos con desesperación en casa. Sí, es un genio. Sí, admito que sin él no entenderíamos bien los dos últimos siglos. Sí, acepto que cuando lo entienda del todo quizá sonreiré recordando mi incredulidad y mi burda resistencia ante la razón. Todo bien, pero me molesta, realmente me incomoda que para Hegel el ser sea igual a la nada. Aunque esto esté probado y reprobado por los altos profesores alemanes. Pese a mi militante antipatía por él, me alegra pensar que Hegel fue maestro de alguien como Feuerbach, quien sugería, desesperadamente -así me gusta imaginarlo-, que para sentirse parte de la naturaleza bastaba sumergir nuestro cuerpo en el agua y flotar. PD culturosa -o en todo caso que pretende salvar mi creenci

But i do not need kindness

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Han pasado 5 años desde la última vez que fui al cine. El año 2001 vi Apocalipsis Now con Miguel . No fue una pérdida de tiempo. Hoy he vuelto a ver una película, mil ochocientos días después, en el mismo cine. Tampoco fue una pérdida de tiempo. Quisiera contar más, pero será cuando acabe con esta época de agrafía.
Por la partitura del mundo anda Amalia la hoja en blanco le saca una triste melodía: su tiempo y ella camina entre acordes inciertos… así serán tus huellas como borrones de niño como hoja en la tormenta del mundo que despierta cuando tus manos lo ven eres el grito que no espera su boca eres el susurro que calma los oscuros huecos del alma / tu cuerpo estando donde no lo encuentran, bailando al compás de la noche inmensa, imagina las extrañas tierras que no te han visto busca descansar en un abrazo que amase las sombras, sacar las piedras de lo heredado que hieren tus pasos ¿Dónde hay alguien, aun, alguien, que no tema perderse entre tu vientre y el cielo, entre la pena y tus dedos? ¿Alguien que escuche la canción escondida bajo tu piel de nuez? Hijas de lo que es y no es, lo que deseamos/ lo que deberíamos yo te perdono te comprendo ahora que necesito lo mismo y al borde del abismo te vendo como asumir que la ceguera es irremediable que sólo a tientas avanzaremos la dulce muerte, busc

estabamos hablando de...

uhmmm mejor escuchen esta canción, habla de lo mismo

Corregir

no puedo volver a leerme sin saberme muerta cruel trabajo de insistir contra la propia palabra contra el mismo cuerpo contra todos los miedos me soltaré el pelo para que estalle el sol entre los blancos y se iluminen hasta la punta, y se deslice por cada curva –esta luz- que lava letras cada puta palabra opaca (en mis pupilas) palpita en los rayos, titila derrama su sangre púrpura, propaga, prosigue, pugna sacarme del hoyo (la noche turbia) me ven desde el borde los versos que rondan, dibujan mis ojos/ mi boca alteran lugares, figuras, el fondo este hueco, me leen, corrigen de lejos este borrador: mi vida

un regalo para mis amigos

Amigos míos cumplo un año más y les tengo tres regalos. Una canción "l'amitié", algo que dijo Vittorio Gassman y me ha hecho reír un buen rato: "El único error de Dios fue no haber dotado al hombre de dos vidas: una para ensayar y la otra para actuar". El regalo final que me servirá para despertar el día 12 con una gran sonrisa fue otra cosa que dijo Peter Ustinov: "El secreto de vivir y conservar el optimismo estriba en ser lo bastante tonto para creer que lo mejor está por venir" La Amistad Muchos de mis amigos han venido de las nubes, con el sol y la lluvia como simples equipajes. Hicieron la estación de las amistades verdaderas, la más bella estación de las cuatro de la tierra Ellos tienen esa dulzura de los más bellos paisajes y la fidelidad de las aves de viaje. En sus corazones esta grabado un infinito cariño aunque, alguna veces, en sus ojos, se desliza la tristeza Entonces, ellos vienen a refugiarse conmigo, y tú, también, tú vendrás Tú podrás

Alas pa' volar y valor para brillar entre la luz

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primero la tapa, como debe ser

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¡Cómo si no pudieran hacer sus porquerías solos!

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Foto de Reuters

matando el nazi que llevo adentro

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¿debería comprar un mp3 player?

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feliz cumpleaños a mí

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y esta es de las canciones que cantabamos junto a la torta con los muchachos del PC (¿cuál? el único, naturalmente):

Yo quiero ser domador de osos

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y un día, a la mitad del espectáculo, mis osos y yo huiríamos al bosque para entregarnos a nuestro pelaje y a nuestro olfato, me verías entonces saltando en un río, curiosamente no el de Heráclito, con mis garras feroces. Como un oso nunca muere, eso creen ellos, podré dormir todas las noches sin necesidad de tomar Diazepán, ni leer a Camus. Tú me darás clavos de acero y yo los incrustaré en los árboles para que las cadenas de las motosierras se rompan. Nuestros osos, tú y yo celebraremos cada cadena rota con bailes de oso y miel en nuestro hocico. Hibernaremos juntos, en la misma caverna. Aunque esto sólo ocurra en las leyendas tibetanas. . quise ponerle de subtítulo "el origen de la familia", pero me pareció resuperdemasiado fome, así que el título queda ahí y el que leyó este comentario, pues debe quererme mucho, porque en realidad no dije nada.

dibujé un beso

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Leto

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Sobre las formas en que los lectores no leen los blogs

"PUTO EL QUE LEE ESTO". Así comenzaba un texto de Fontanarrosa, intentando dar en algun lugar sentido de quien leyera esa línea. Recordé esa frase luego de encontrar más mensajes de "supuestos" lectores de nuestros textos que comentan los post como si estuvieran escritos por Princesa. Cuando alguien lee (pero en serio lee) esos comentarios advierte una especie de descuido o (simplemente) estrategia "marketinera" que no busca el placer en el texto, sino el retribuir un saludo para mantener al público que visita su blog. Por eso es -creo- que se les escapan algunos detalles... ...o tal vez lo que escriba cada uno de nosotros sea demasiado igual como para encontrar diferencias de estilo. Si es así será necesario buscar UNA frase en vez de TANTAS PALABRAS para sacudir a los lectores blogeriles de su adormecimiento "marketinero", para que vuelvan a ver algo más importante que la publicidad de nosotros mismos: Lo que podemos hacer con las palabras

No me beses en los labios

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borradores

si no vuelvo por mis borradores haz papel picado con ellos regalaselos a una cumpleañera... que se mezclen en su cabeza junto a los grititos y el soplón de velas... ya sin mí, sabrán ellos andar por la felicidad (de prestado)

contra las violentas certezas

sus pies de viajero surcan arenas movedizas: su tiempo contra la violencia del universo y sus caminos: amenazas a quien se acuesta con la demora; a quien entrega los días a la damita incierta, cada día más parecida al desierto por donde él anda de paso. La damita escucha su voz prometer siempre, aquieta el hambre de andar con las muelas al viento, y no puede con la amenaza del dolor: de saberse hecha y rehecha a cada paso por manos que no ve/ por ideas tan viejas como sus pasos o como sentarse a escuchar el tiempo/ manos de él y no/ dedos que le crecieron mañana uñas que escribirán dudas en la espalda de la damita más incierta ante sus ojos: un cielo que no aplasta, no corre, ni salva un cielo donde guarecerse de los finales felices que promete un futuro inapelable

camas de fuego

la noche azul abre el lecho en espera del fuego: las sábanas hechas mortajas por el sudor/ y la cama se incendia azul de oscuridad/ y ellos que vuelan libres entre las llamas bailan, burlan/ el amor, la muerte el infierno es este cielo y es tan fría la mañana tan fría sin ti

Gott ist tot

Tomaban un cautivo, el que mejor les parecía, y, antes de sacrificarle a sus ídolos, poníanle el nombre del mismo ídolo, a quien había de ser sacrificado, y vestíanle y adornábanle del mismo ornato que a su ídolo, y decían que representaba al mismo ídolo.Y por todo el tiempo que duraba esta representación, que en unas fiestas era de un año y en otras de seis meses y en otras de menos, de la misma manera le veneraban y adoraban que al propio ídolo, y comía y bebía y holgaba. Y cuando iba por las calles salía la gente a adorarle y todos le ofrecían mucha limosna, y llevábanle los niños y los enfermos para que los sanase y bendijese, y en todo le dejaban hacer su voluntad, salvo que, porque no huyese, le acompañaban siempre diez o doce hombres adonde quiera que iba. Y él, para que le hiciesen reverencia por donde pasaba, tocaba de cuando en cuando un cañutillo, con que se apercibía la gente para adorarle. Cuando estaba de sazón y bien gordo, llegaba la fiesta, le abrían, mataban y comían,

hombre lobo en Cusco

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La neblina cubre el sueño de los ciudadanos honrados. Mañana es otro día, se dicen, es ese tipo de tautologías que son tomadas por saber entre la chusma, siento nostálgia de aquellos días en el este. Todo era magia y emanación de la tierra. Ahora, Juan incógnito o Abel expósito, hunden en almohadas sus cabezas saciadas de caspa y deseos extintos. Sonríen y esperan que el amanecer tarde mucho. No tengo muy claros mis recuerdos, se confunden con mis anhelos y con mis temores como las entrañas de un pez. Ahora recuerdo, no sé por qué, una conferencia a la que asistí hace un par de semanas o quizá hace veinte años. La verdadera memoria desdeña la vanidad y el artificio de las fechas y los relojes. El conferencista era un profesor mulato de cuyo rostro emergían grandes manchas rosadas. No creo, pensé, que alguien con esa piel pueda caer en el engaño fácilmente. Me equivoqué. Su discurso discurrió con brío al inicio para acabar después con un ritmo cansado y ausente, no sin algo de ingenio q

soma rima

caigo ahogada en zoroche tonta presa del trueno, un niño me atrapó el miedo, y en ojos de niño duermo me escribe el amor con hambre me pinta el dolor con besos arma un mundo con sus huesos e invita a jugar con sangre olvidada ya, del nombre que usé en vestir mis excesos me desnuda el tibio hombre, cruje la noche trazos de fuego crepita la lengua ausente en el hueco, las uñas astilln memorias, silencio, redoblan caricias rumores violentos, y estallan en signos: las bestias, los muertos.
Corria el diamantino rio a travès de la espesura, arboles altisimos suspiraban en hojas, acariciaban la tierra bebida de humedad, vahos subiendo a travès de interpidos hilos, tejiendo cantos. En la piedra, debajo de la cascada, mi sitio. Ahi estuve, de pie, cortina de aguas en el pelo, mi piel frìa temblò. La nobleza entera llegò a despedirme, era el tiempo de partir al mundo de los humanos. Mi lugar, mi sueño de cielos narajas, albores y de burbujas, de pelusas flotando en la brisa, seres vivientes -los que se llaman fantasia en esta tierra-, dijeron adios. Yo dije adios. Me quitaron las alas, me dieron otro nombre. Y elegi un lugar. Lleguè sin memoria, ni pasado. Nacì. Hoy, en mis genes el recuerdo de lo imborrable me acorrala... Se han abierto las puertas, tengo la llave...

Ingratuidades

aquí abajo el silencio que me cobija/ de los rostros escrutadores ellos que piden/ ellos que no me ven ahogada en la sangre de las promesas/ me roban pedazos que llevan lejos de mí, lejos muy lejos de la damita sensible se llevaron todas, cada palabrita en mis labios ahora en sus recuerdos/ ahora que el frío duele en el subsuelo aquí las muñecas descosidas, en desuso aquí la oscuridad de saberme igual que ellas allá sus voces y sus quejas allá sus miedos y sus goces subir no será volver volver es imposible como una siesta de lunes imposible mi voz en este cuarto denso si vuelvo seré una capa roja de silencio que abrigue lo inasible de mi ser lo que aun me queda lo que no pudieron tal vez, algo, que ni siquiera (yo) conozco

En honor a Enrique

Hambre de selva, ojos, flama de sol en garras, hojas apretadas tu huella, agazapado pelaje, terciopelo en donde reposan mis dedos sudando letras en tierra de humanos. Reniego de mi raza para formar tu especie, y perderme en esas flores, geranios razguñando el rojo atardecer de mi sangre, y beber de tu espiritu para vivir mi muerte. "Yo he abatido a lo inutil"

Allegro Con Brio

Ese fue el verano de las maravillas de las aguas del novísimo océano bajo la verde línea de sus aguas soñaba el Graf Spee con las voces portuguesas de la marinería de Magallanes que pedían galleta y ron de madeira en su zafio lenguaje de porteños azorados del mundo nuevo, de la redondez de las naranjas, del tenebroso destino de los que vagan por el mundo. Hacia allá la antártida, más allá del viento helado de su aliento de la cóncava felicidad de un día de playa con el mate caliente Hacia allá esta China, hacia allá está Australia. El agua, tibia, caía sobre la bombilla y la llenaba de gozo y de espuma. Ella reía, se ponía ungüentos contra el sol en la piel odiaba los mares fríos los que no tenían la nobleza de igualar el calor de su corazón. El niño corría entre las piedras y la arena creciendo como la hierba como las dunas, temiendo al mundo que se agitaba más que el mar, del mundo que cambiaba como una cascada. Nuestro arte: refugiarnos bajo una sombrilla Mientras la tormenta de ar

25

Dulce mes en el regazo, que protege misticos atardeceres caidos, canciòn del tiempo. Mar negro, rebelde su pelo blanco sacude, en mi rostro. Y piedras de arena endurecida la costa de montañas tu piel, que paso a paso he recorrido. cerros abismales rulos de un angel el viento e en mi viento. El aliento del este en verdes valles abraza, y mis pies en tu piel se deslizan... No existe final en el camino a Cusco, en Mayo.

Dudas a trasluz

Te pregunto por la luz, el origen, y mis ojos que se parten al ver algo difuso en el muro/ por la piel y las rimas que se le cayeron, pero no a mi boca: la absurda que no dicen más que lo invisible/ por el rojo fuego, insípido, pasado de griterío, de tedio hoy rojo sangre, perfume segundos atrás/ ¿qué hago fuera de vos? -me pregunto ¿escapando hacia qué cuarto oscuro de la ausencia del deseo, de todo intento por no desaparecer? ¿soy él? ¿ella? ¿soy ustedes? ¿Cuál es mi papel en este sueño? Tus sucias criaturas abandonadas, emigran de una razón en ruinas, buscan asilo en otra parte de mí… duermen en mi puerta cada noche me escupen en los pies tu tristeza y callan por qué los miedos brillan como recién lustrados/ Niña arrojada a un mundo: caja cerrada y sin luz/ donde el sonido muere, pero no sus risas y el terrible mandato: vete a encontrar tus añicos y sé feliz/ La luna nos vigila pero tus ojos traicionan al amanecer me gritan que salte

neblina

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Té de limón

¿se lava el limón como sacarnos miedos, entre poro y poro de la cáscara, escondidos? ¿se corta en rodajas la espera, los sueños, el jugo ácido de la piel después de haber amado? ¿se vierte el agua, el deseo hirviendo? ¿se puede beber de a poco, acaso, poner la medida justa de miel, y volver a utilizar rodajas de labios que se han secado? ¿será posible tu té de limón en este dulce abril, en La paz a medio día?

Flor y leopardo

Una frase que patee donde más te duela ¿dónde? la arena se rompe contra mi pie, el desierto que regaste con sonrisas ajenas y, crecidas como cactus, le bebiste toda su mezcalina. Alucinaste un mar dulce que te bañara las cicatrices pero chocaste al leopardo agazapado. Y probó los colores de tu flor, te vio ahogado, esa tarde, entre verdes que ocultaban tu cuello. Guardó escondido en sus uñas los secretos que, crecidos en madreselvas, te envolvían la desesperación, y nunca amanecía como también la luna era imposible… Mientras absorto yacía el tiempo en que sus ojos te devoraban cada lunar crecido sobre cada palabra, su sombra. Porque nada es sin apoyo de nada: y el leopardo que se escondía era colores pero crueldad, abrazos pero insensible aislamiento en lo profundo de no querer. Desde esa oscuridad de lo imprevisto amó tu flor y quiso llevarte donde el médano se rompía y las mentiras y tu presente/ pero no distinguió: dolor de leopardo d
Y ella que ajusta la soga contra su cuello como escapando del secreto que no entiendo. Ahora es tan irreal su muerte como las burbujas rojas de la anestesia que vi y como este otoño que se lleva hojas secas y su risa. Este dolor en el pecho reclama una explicación cómo si un montón de enunciados coherentes me quitaran la insistencia del recuerdo o si fuera posible creer /convencerse por una voz que no es la suya. No quiero que cada estación me ampute los cuerpos que rieron mientras se cebaba el mate, el tiempo, y uno podía chocar al otro como confirmando que existían.

Fuego

Tu corteza cerezada es aura, en negrura de bosque luz, Hablame, flamea. Regurgita en crepitar, escupe estrellas fogata ardiente, corazon. Es la tierra, almohada y cama, cuenta -por favor- esas historias, en palabras expandidas, tu lenguaje, aliento, incienso perfumado. Huelo, palpo, transito su textura, sobre las brasas. Dragon de rojos internos y azules verdosas escamas, tu secreto transmuta frios en calido abrazo. Ven, sientate a mi lado... Habla... y escribire... Quien dice que el fuego, calla? El fuego canta. (Pd. : y estas vocales sin acentos! es que el teclado no sabe de musica, y rebelde se empaco, asi que lean como surge en el frio que acecha Buenos Aires en dias de otoño, el pensar en un fogon me ha calentado el alma, una amiga, un pedazo de sol...)

vacíos

Un dedo traza el muro que crece por cada signo sin aliento por cada palabra precavida donde escondió los miedos/ los huesos/ sus besos límpidos quedaron en el recuerdo que dibujó una cara/ un cuerpo y no el deseo que hoy lo desoye lo desmiente /lo divierte lo disuade de ese espejo donde no se encuentra ese fantasma soplado por otros lo condena a mirar y no verse/ a vigilarse el sueño: ciego reino donde ella –dueña- diera al amo, sin trofeo a cambio, el duelo por un hueco bajo el dibujo inerte de una piel donde confundir el tiempo y concebir su sexo latiendo/ lento

Amareto

Una mesa sola, su vajilla sucia, fuente intacta de frutas. Agua sin vasos. Bordado mantel con nombres raros, ventanal abierto de aire Y alas, y polvo deja hilos en vela derretida. Rapaces aves negras en festìn la mesa, esperando abierta. buitres bajo el techo, comen sus carnes. Ellos reúnen los sucios, desgajan las servilletas. Limpian... Seremos alimento sobre la mesa? Saciados de encuentros los huesos, un lienzo que cubre nuestros nombres, la mesa sus despojos, los buitres nuestros cuerpos en un amor que nos sació hasta morir. Felices pájaros se alimentan de sangre seca, En alas negras nos hemos convertido. Volemos.

Amareto

La fruta espera en una mesa/ sola a quien la encuentre y ser devorada o palpada con dedos que temen la incertidumbre oculta tras la cáscara Nadie quiere sentarse en esta mesa ¡seguirá tan sola como lupanar después del alba! Manzanas salpican de rojo y estallan en el mantel que cubre la suavidad de un cuerpo endurecido donde habita la soledad de frutas que sólo tu boca hizo posible/ y no los buitres que buscan restos bajo el techo invitados a una mesa hecha de ausencias Ni el cenicero que colmaste con excusas grises, ni las blancas servilletas con huellas de furia en tus labios, verán el carozo, la semilla, que cava hondo bajo la jugosa, dulce carne en cuyo centro anida el misterio

sin nombre

Un hombre elegido para ser salvado/ huye de la ciudad que devoran las perras o el alcohol los perversos el calor los cuerpos de la mano va una mujer/ la suya sin nombre y para qué todo su ser en el ser de alguien/ de ese hombre que la obliga a no mirar y hacer a un lado el pasado, el tiempo en que los pies se dejaban –arremolinados- acariciar por sábanas de otras, de otros, se demoraban en cuartos tan ajenos como esa mano que la arrastra al olvido. No entiende el por qué de tanto andarle huyendo al deseo ¿y hacia dónde?... Irse a dormir cada noche luego de la cena a una cama donde dará siempre con el cuerpo, y los miedos del que cree salvarse y la culpa que le ha crecido como un grano sobre el corazón/ no lo dejará más ser saboreado por su lengua cual buril de fuego. Peor que el cuerpo, ha perdido el nombre que nunca tuvo y buscó incesante pronunciando en el coito otros sobre oídos que no le dirían el suyo a ningún precio. Ni Iris, ni Abraham, ni Juan, ni Pedro a cambio sólo gemidos o

Hambre de perros

En la oscura/ recurrente noche Abandoné los deseos de gritarle a Cuellar que no/ que no bastaba con llorarse todo sobre el volante del Nash que lo mataría/ que los cachorros le habían mordido/ amputado el sentido: su sexo vacío/ su apodo maldiciendo el cuerpo/ Pichulita: víctima, herido, preso cayendo hoy/ callado, desaparece /en la dolorosa red de las palabras.
sobre el suelo descansa el abrigo esta noche esta noche de tu ausencia acaricia otros ojos ojos que no ven corazón que no arropa/ corazón tejido roído que para este frío no alcanza y siente mi piel hecha gallina, hecha desierto, herida desprotegida mientras el tiempo salpica los destellos de la nunca/ hoy me abrazo las rodillas y nuestras frases escritas con neón en las astilladas sombras

sol de otoño

fui palabra en la historia del que espera/ el tiempo nos borró así sin sentir que ya no éramos como es inútil el sol de otoño yo palabra me perdía nunca fui lo mejor para estar desnudo y supo quitar su camisa, sus adverbios/ dulcemente, sus zapatos y ese verbo que me hacía en su lengua/ en su mente en el sustantivo ser que quiso inventar esa mujer y era basta/ inmensa/ loca frente a mí/ pequeña/ rota en pedazos por su cuerpo algo tibio/ nada eterno pero lleno, fuerte/ fuego que fundió su espera en lava y hecha humo, yo palabra, en el aire, ya no al hombre, que en sus venas esta noche calla/ rompe/ gime/ arde.

Las habladurías del mundo

“Toda la ternura me darás si te ofrezco ser parte de tu cuerpo” Pescado Rabioso Playa hoja nuca fe Dulce cama roce pie Temor rostro castra ve Sueño baba mueca red Canto niño nunca sed Ciega errata filo ser Hablan ellos/ siente él labios míos miéntanle o el salto no dará. Veo tajos en su piel, quiero dedos de sanar/ ¿cómo haré para gritar las habladurías y sus ecos que en vano lo ciegan ya? le crecerán los miedos de la boca a las manos es eso o el dolor del rostro/ la sonrisa que duela de pensar otra piel/ otros sueños donde desandar las sombras caer caer amar

La del agua en los huesos

Cuando la conocí andaba desagotando el alma, el hueso, donde le horadaba insistente la lluvia de labios. Las horas lentas de su trabajo le hacían pensar que no moriría. Ahora creo que, tal vez, ya ni siquiera pensaba en la muerte. El sabor de otros besos había inundado los caminos hacia la única boca de tormenta que unía el presente a sus recuerdos. -La humedad me va gastando de a poco -dijo. La vi ahogada en un sueño tan viejo como las piedras que sostienen este lago. La vi ir y venir con el agua cubriéndole las caderas. Caminaba contra la corriente que convertía en harapos su vestido. Insistía en su tarea inútil, y así se olvidaba de lo que -según otros- era el dolor. Quise convencerla de que dejara todo, ¿Acostumbrarme?-preguntó con un gusto amargo sobre la lengua. ..Amor, he nadado en ríos más turbios…-respondió con sorna-…aprendí a ser eternamente náufraga, no lo abandonaré porque me ofrezcas un bote seco en el que huir. Despojado de palabras ante esa certeza, me alejé. La noche h

migajas

Llámame ahora que llegué a la cima de una montaña donde no crece nada, donde no encontraré más que el vértigo y un suelo inhóspito en que apoyar mi cansancio. Ahora, que no ves los disfraces con que bailo y hablo de yo. Ya. Llámame. Ahora el tiempo está despoblado de cuerpos, desaparecidos por no saber decir. Ya busco sanar las llagas con esas migajas que aun puedo robarles a ellos, ingenuos, rígidos hombres. Ahora. En este presente indefinidoaparenteinterminable. Llámame, no tengo qué venderte ni qué venderme, ya., no espero más que tus silencios.

Plumas

En la copa de un árbol, mis alas dormidas, el viento sopla plumas que vuelan hojas, cosquillas en la nariz cielo, blanco azul índigo lila, colchón de tierra descalza... y mi sombra sincronizada con el árbol atardece. Mi locura vuela lejos de mi, con el pájaro de luz, sol, a abrazar mis brazos, tendidos en la cama de los sueños. Sonrio!... son las plumas. Y lloro, es intensidad de tu paisaje, rocía el rostro, y triste me alegro. Loca?. No. Viva...

Silencio

Quiero disimularme entre las cosas que ves, moverme con vos sin que sientas mis pasos, ocupar el indescifrable espacio de tu silencio

tiempo de que

ebria de luz mientras ella destila la voz que le queda/ durante el tiempo en que no estuve/ en que no ahora que siento como un peso en los pies calientes el oficio de palabrera que ella repite ahora que no podré callar más las historias que me sucumben es tiempo de sacar el puñal/ aunque chorree sangre, hambre, nombres, hombres aunque el agujero sea una vil puerta para intrusos para que muertos regresen para que te derrames sobre mi piel otra vez otra vez ahora que tengo este hueco en el pecho ahora que el puñal me hace temblar la mano ahora que pienso dejarlo caer y ya no/ ya no

inexistecia

Una vez màs he desaparecido de mi. No intentarè un regreso. El espejismo es dulce y su final amargo. esperanza en maldiciòn... No hay agua, mastico arena... imaginaria... nada existe. ni yo.

Sin titulo

Cielo abierto, lumbre en el ojo del ave, horizontalmente vertida, intenso cencerro, su grito, un latigazo. Y es el corte de la daga lo que exhala la boca del rio, tierra de plumas blancas, cae mi rostro en el pecho rojo. Abanican las coplas del àguila. Alcanzo su agonia.

Despedida

cansada del dolor incesante que incinera un cuerpo/ otro/ se van las sonrisas/ y los ojos ven crecer bajo un lente sucio/ las historias con final feliz