Dos cervezas más...paga Jorge


Creo que el responsable de mi aguda agrafía es Hegel. El problema es que no le creo, pero debo creerle para seguir con mis lecturas. Aún más, siento que me molestaría creerle. Tengo la sensación de que estoy frente a uno de esos que se aguantan los pedos un día entero para soltarlos con desesperación en casa. Sí, es un genio. Sí, admito que sin él no entenderíamos bien los dos últimos siglos. Sí, acepto que cuando lo entienda del todo quizá sonreiré recordando mi incredulidad y mi burda resistencia ante la razón. Todo bien, pero me molesta, realmente me incomoda que para Hegel el ser sea igual a la nada. Aunque esto esté probado y reprobado por los altos profesores alemanes. Pese a mi militante antipatía por él, me alegra pensar que Hegel fue maestro de alguien como Feuerbach, quien sugería, desesperadamente -así me gusta imaginarlo-, que para sentirse parte de la naturaleza bastaba sumergir nuestro cuerpo en el agua y flotar.

PD culturosa -o en todo caso que pretende salvar mi creencia culturosa-: Sí, entiendo la distinción que se realiza en la filosofía alemana entre entendimiento y razón. Confieso entender el sentido ontológico de la unidad del ser y la nada. Y Parménides y Heráclito y Platón y Aristóteles y.... pero que diablos, igual me molesta. La explicación a mi resistencia quizá la pueda hallar en algo que dijo ese simpático ilustrado que era el Barón de Holbach, un alemán que vivió desde los 12 años en Francia (trad. libre): "me estoy desapasionando, por lo tanto, me estoy estupidizando"

Comentarios

Anónimo dijo…
¡aaaaaaaaay, te amoooooooo!
muy lindo, escribís, maldito patán, ojalá lo hicieras de manera más orgánica.
(¡aguanten las gymnopédies!)
Quique dijo…
gran texto... y genial el cierre...

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