Flor y leopardo
Una frase que patee donde más te duela ¿dónde?
la arena se rompe contra mi pie,
el desierto que regaste con sonrisas ajenas y,
crecidas como cactus, le bebiste toda su mezcalina.
Alucinaste un mar dulce que te bañara las cicatrices
pero chocaste al leopardo agazapado.
Y probó los colores de tu flor, te vio ahogado,
esa tarde, entre verdes que ocultaban tu cuello.
Guardó escondido en sus uñas los secretos que,
crecidos en madreselvas, te envolvían la desesperación,
y nunca amanecía como también la luna era imposible…
Mientras absorto
yacía el tiempo
en que sus ojos
te devoraban
cada lunar crecido sobre
cada palabra, su sombra.
Porque nada es sin apoyo de nada:
y el leopardo que se escondía era colores pero crueldad,
abrazos pero insensible aislamiento en lo profundo de no querer.
Desde esa oscuridad de lo imprevisto amó tu flor y quiso
llevarte donde el médano se rompía
y las mentiras y tu presente/
pero no distinguió: dolor de leopardo de flor herida,
confundió lo que no debía, creyó que todo era
una misma y sola estela salvaje dando contra el infinito.
Pero para eso están los libros diciendo que
una cosas es una cosa y otra cosa es amarte
y las señoras, los señores, ellos saben
que una flor no te rasguñará la nuca
ni mi leopardo perfumará los titanes que te vigilan
o esa cicatriz donde abandonaría la boca
¿Dónde te dolerá esta frase? –para escuchar tu voz
desanidé los límites sobre pétalos que encontré
y llegué al óleo indefinido tal que ni flor ni leopardo
hallo o en verde funesto todo ha quedado
busco en tus ojos abrigo a las astillas que ahora
me son el pecho cual espinas rugiéndole al olvido
o la muerte que responde escupiendo
huesos insípidos, huecos, ásperos y sin olor a cuerpo.
Comentarios
Manchas de la noche en el pelaje, soles en los petalos, hocicos con aliento de blancos cactus, y verdes tallos en arboleda.
En esto se parecen garras y espinos, pugnan en aristas su salvaje hermosura.
Herida la presa, mis ojos descubren un mar.
Todo es parte de todo, aun en el desierto.
si leyera el texto verastegui,de seguro que se cae, y va tener mucho cuidado de chupar conmigo, pero así son las cosas.
saludos
Hoy me recupero con otra flor en la mano.
Bendiciones...
- Sabe Princesa una ex-novia amaba los leopardos, pero encima de ella. Sí, cuando se ponía abrigos...Algo así como Cruela de los 101 dálmatas, nomás que en leopardos. Pero ella nunca fue realmente una flor ni nada parecido. (Obviamente es broma ja!. Pero es una analogía chida no?) -
Besos desde tierras mexicanas.