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Mostrando las entradas de marzo, 2006
sobre el suelo descansa el abrigo esta noche esta noche de tu ausencia acaricia otros ojos ojos que no ven corazón que no arropa/ corazón tejido roído que para este frío no alcanza y siente mi piel hecha gallina, hecha desierto, herida desprotegida mientras el tiempo salpica los destellos de la nunca/ hoy me abrazo las rodillas y nuestras frases escritas con neón en las astilladas sombras

sol de otoño

fui palabra en la historia del que espera/ el tiempo nos borró así sin sentir que ya no éramos como es inútil el sol de otoño yo palabra me perdía nunca fui lo mejor para estar desnudo y supo quitar su camisa, sus adverbios/ dulcemente, sus zapatos y ese verbo que me hacía en su lengua/ en su mente en el sustantivo ser que quiso inventar esa mujer y era basta/ inmensa/ loca frente a mí/ pequeña/ rota en pedazos por su cuerpo algo tibio/ nada eterno pero lleno, fuerte/ fuego que fundió su espera en lava y hecha humo, yo palabra, en el aire, ya no al hombre, que en sus venas esta noche calla/ rompe/ gime/ arde.

Las habladurías del mundo

“Toda la ternura me darás si te ofrezco ser parte de tu cuerpo” Pescado Rabioso Playa hoja nuca fe Dulce cama roce pie Temor rostro castra ve Sueño baba mueca red Canto niño nunca sed Ciega errata filo ser Hablan ellos/ siente él labios míos miéntanle o el salto no dará. Veo tajos en su piel, quiero dedos de sanar/ ¿cómo haré para gritar las habladurías y sus ecos que en vano lo ciegan ya? le crecerán los miedos de la boca a las manos es eso o el dolor del rostro/ la sonrisa que duela de pensar otra piel/ otros sueños donde desandar las sombras caer caer amar

La del agua en los huesos

Cuando la conocí andaba desagotando el alma, el hueso, donde le horadaba insistente la lluvia de labios. Las horas lentas de su trabajo le hacían pensar que no moriría. Ahora creo que, tal vez, ya ni siquiera pensaba en la muerte. El sabor de otros besos había inundado los caminos hacia la única boca de tormenta que unía el presente a sus recuerdos. -La humedad me va gastando de a poco -dijo. La vi ahogada en un sueño tan viejo como las piedras que sostienen este lago. La vi ir y venir con el agua cubriéndole las caderas. Caminaba contra la corriente que convertía en harapos su vestido. Insistía en su tarea inútil, y así se olvidaba de lo que -según otros- era el dolor. Quise convencerla de que dejara todo, ¿Acostumbrarme?-preguntó con un gusto amargo sobre la lengua. ..Amor, he nadado en ríos más turbios…-respondió con sorna-…aprendí a ser eternamente náufraga, no lo abandonaré porque me ofrezcas un bote seco en el que huir. Despojado de palabras ante esa certeza, me alejé. La noche h

migajas

Llámame ahora que llegué a la cima de una montaña donde no crece nada, donde no encontraré más que el vértigo y un suelo inhóspito en que apoyar mi cansancio. Ahora, que no ves los disfraces con que bailo y hablo de yo. Ya. Llámame. Ahora el tiempo está despoblado de cuerpos, desaparecidos por no saber decir. Ya busco sanar las llagas con esas migajas que aun puedo robarles a ellos, ingenuos, rígidos hombres. Ahora. En este presente indefinidoaparenteinterminable. Llámame, no tengo qué venderte ni qué venderme, ya., no espero más que tus silencios.

Plumas

En la copa de un árbol, mis alas dormidas, el viento sopla plumas que vuelan hojas, cosquillas en la nariz cielo, blanco azul índigo lila, colchón de tierra descalza... y mi sombra sincronizada con el árbol atardece. Mi locura vuela lejos de mi, con el pájaro de luz, sol, a abrazar mis brazos, tendidos en la cama de los sueños. Sonrio!... son las plumas. Y lloro, es intensidad de tu paisaje, rocía el rostro, y triste me alegro. Loca?. No. Viva...