Sin titulo
Cielo abierto, lumbre en el ojo del ave, horizontalmente vertida, intenso cencerro, su grito, un latigazo. Y es el corte de la daga lo que exhala la boca del rio, tierra de plumas blancas, cae mi rostro en el pecho rojo. Abanican las coplas del àguila. Alcanzo su agonia.