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ella esta cantando dentro muy dentro en lo profundo, donde ella es muchos colores su voz, juego, infancia sin sueño por la tarde toma mis dedos, vamos en fuga sin destino posible, siento en el cuerpo que flotaremos sin apuro todo es aquí, somos un ahora infinito /somos/ y con eso sobra
los brazos pesan, la cabeza se hunde las piernas son un hueco y el cuerpo se ha vuelto ya un pequeño ovillo este cuarto, esa manta desaparecen, el retrato de otro tiempo se desdibuja y sólo queda este presente que destila el llanto, la ansiedad, los deshace si respiro si respiro sólo somos el viaje del aire que cae muy hondo, el pecho que va y viene, el vientre, sin recuerdos, sin cicatrices, un cuerpo que nace con cada suspiro alguien nace cada vez que lo hacemos, y no piensa, no sabe, del pasado, del futuro y ser es ahora/ inmediatez/ ojos que miran y preguntar es absurdo como intentar comprender estamos/ hay que pervivir la tristeza/ y juntar en los bolsillo la belleza gratuita

15 noches y un millón de años luz

sali como despertando la piel o huesos el sol salpicaba al ver cómo nos cubría la sábana de la noche nadie dijo pie, deseo, corazón, dedos nadie oyó irse a las sombras supimos las noches del sueño las de la espera y el disolverse en el otro pero entre lo indescifrable estaba el reflejo infinito/ el sentirse atado al río profundo que no correrá nunca en las propias venas salí sólo para saber que mi cuerpo seguía aún entre las mortajas que olvidara la penumbra/ y era tan sólo un hombre despertando al amanecer un hombre bello, soñoliento como el aire del verano, alguien sin tiempo, un soplo de mar sin principio ni fin
el espacio que ahora deshabita tu cuerpo quedó en el extremo de la cama donde nadie se atreve a sentarse hay también un vaso, una botella, que tu mano empuñó y otra cosas: una hoja marchita en la cerradura, una puerta que quién abrirá, una historia apenas contada, un cuarto cerrado con un hombre esperando dentro... ...el tiempo, que ni a sus hijos perdona, mastica tu risa mientras la rutina que te quita el miedo se bebe de un trago el deseo
no estás en esta oscuridad, ni en mi viejo dolor, en la calle sombría hecha para amarte/ no esta tu piel de rosadas manos, esos ojos levitando entre el presente y la ausencia/ y aun así se pueden tantas cosas: seguir caminando las mismas veredas, respirar profundo el rocío en la noche, saborear el mismo vino púrpura/ se puede abrazar y besar hasta con pasión/ pero no es lo mismo
leve y dulce de la noche surge con colores en sus dedos, con más rostros de los que cualquier madre puede alumbrar trazando encuentros sobre maderas, telas, papeles o afiches politicos, inventa la belleza que cabe en un abrazo la ternura y el pavor de lo que tiembla dentro/ el dolor en rojos, la tristeza azul y amarillo el asombro yo que, a penas, alguna noche en soledad, le escuché cantar el alma, supe que él busca lo mismo/ lo que todos/ pero que en eso no se anda con medias tintas: va dejando cuerpo, pinceles, y las postales futuras de los que se encontraron.
¿Por qué la insistencia de hablarle a quien no tendrá amor como respuesta?
ya sé que la hora se nos consume como el vino entre lo dicho, y que está tarde para andar descubriendo los silencios/ ya sé, entre los buenos modales no estaba la risa que sale del cuerpo, el cúmulo de insultos que nombra a cada puto recuerdo ya sé, tus ojos se cierran/ también me cansa insistirle a las costumbres, gritarle a mis padres el dolor del saqueo llevar este hambre a cuestas y sin nombre Pero ya basta nos dicen los pies, las carrozas de oro y los zapatos rojos solo atan a la que hierve, r ecluyen en las sombras esa artsita que todas arrullamos la primera noche de nuestras vidas.