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Mostrando las entradas de septiembre, 2005

De los tres caballeros y la camisa

Una dama, cuyo esposo no gusta de la lucha, aunque por lo demás es un hombre lleno de nobleza y dulzura, envía su camisa a los tres caballeros que la sirven por amor, para que la lleven como cota de armas, sin coraza ni más protección que el yelmo y glebas, en el torneo que organizará su marido. El primero y el segundo caballero no se atreven a tanto. El tercero, que es pobre, toma la camisa por la noche en sus brazos y la besa apasionadamente. En el torneo aparece con la camisa como cota de armas, sin coraza debajo. La camisa queda desgarrada y teñida con su sangre y él gravemente herido. Su extraordinaria valentía causa admiración y se le otorga el premio; la dama le consagra su corazón. Mas ahora pide el amado la reciprocidad. Devuelve a la dama la camisa ensangrentada, a fin de que ella la lleve tal como está sobre sus vestidos en el banquete que cierra el torneo. Ella le abraza tiernamente y aparece con la ensangrentada vestidura. La mayoría la censura, el esposo queda perplejo. E

Nihil

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El tiempo nos dejó suspendidas los días te llevaban a la sierra te traían al mar. No entiendo las lejanías que nos conviven, y persisten como mis ojos con la hoja como el niño dibuja en la oscuridad como vos escuchando en el vacío.../ Donde te encontré ayer, ¿estarás mañana? Los días nos extrañan, nos dispersan y nos devuelven... ¿es ilusión creer en siempre? ¿es robarle muerte a la muerte? Las ojeras, las manos como pasas, los labios estriados hablan lo que la voz no aprendió a decir. ¿Ladrarán en la noche última los cuerpos que amaste, reclamando la caricia en el abismo? ¿Y qué forma tomará tu mano tantas veces hecha llanto? En la noche última los otros serán otros/ y nosotras reiremos deformando rostro y entrañas cuando estalle en ruinas lo no vivido.

ilusion optica I

contra el infinito/ que es como decir contra tu ausencia se hielan los ojos que han visto la carne/ la sangre/ la sombra /ahogados de miedo bajo la máscara que sonríe (como el niño que arrancará la flor) y la boca se dibuja donde yace la nada se alza la mano que dice /adiós/ al nombre que la boca no pronunciará en la agonía de lo que resta

pintada en los pasillos de letras

Por la espalda le brotaba la sangre del intento de una mariposa que en vano quiso cruzar su espacio otro hombre como espejo le reflejaba la piel astillada que él mismo hubiera reconocido como sirena ¿por qué?/ se preguntaba sin caso por el cuerpo que en las noches duplicaba pudo haber quitado -ella- la flor amarilla que le coronaba el pelo pero, en cambio, sólo le salía sangrar oficio de sangradora -él- llegó a creer/ hasta que se animó a tocarla/ supo entonces que sus escamas la cubrían astillando dedos que se alejaban /constantemente/ como mariposas rojas.

Palabras Prestadas

bordes filosos del aire avanzan deshaciendo la respiración tajos y tajos disuelven mi cuerpo mientras los restos/ van dejando la nada, vacía, anda sin aire sin huesos ni sangre ni muertos /sin alma la nada mi cuerpo vacío negando la sombra y el tiempo ya quieto /sin sexo ni nexo/ con vos/ ni nadie