si bajo la escalera...


Debo volver a casa y desarrollar un cuestionario sobre un tal Pomponazzi, un renacentista con un apellido indeseable. Polemizó con Pico de la Mirándola y con Marsilio Ficino. Su debate, sin duda, les habrá parecido excitante y en cada respuesta fingieron enojo –bastante pertinente en un debate renacentista–: ¡ah este Pico que bribón agudo! ¡Pomponazzi, por Júpiter, me volverás loco con esta argumentación desmañada! ¡Dije Cábala, no cubala mantuano estúpido! después harían el amor con más ganas y con una pizca de perversidad. Tengo que resolver un cuestionario sobre ciertas frases que Pomponazzi dedicó a la platea, me tiene sin cuidado. Lo mismo haría este trabajo que una monografía sobre muebles empotrados o crianza de caracoles. Esta clase no da para más, sólo quedan algunos minutos, y después un cuarto de hora en carro hacia un almuerzo caliente como un beso.

Comentarios

Anónimo dijo…
me encantan los ochentasssssss
11238 dijo…
bueno que, para cuando mas textos

Entradas más populares de este blog

un regalo para mis amigos

Amareto

contra las violentas certezas