Desde el bosque

Desde el bosque de alerces escribo murmullos de hojas enramadas en harenes de frutos,
Cascadas de días sobre el cuerpo del arroyo, que no se detiene y sigue brillando en su cauce. Reencontrarse con la noche de luna, extendida en porcelanas, sumariada por los ojos extintos de un tiempo que yace tendido en lechos de arroz.
Desde allí, intensos sabores, húmedos... surcan labios de fuego, horizonte de sol abrazado al pecho de la tierra, entre niebla plateada define su adiós en rotaciones casi imperceptibles, luz de nube.

Y así te alejas dejando un camino de pequeñas estrellas flotando, rodean imaginarios pilares, cosquillas sobre el alma que ha mordido la lengua del atardecer. Cobija mi memoria la sonrisa de esta luna, escribo en frutos, intensos sabores húmedos cerrando los ojos al sueño, dueño de mi luna, de mi noche, del deseo junto al bosque de alerces mecidos entre aireados diamantes tras la estela de dulce aroma que dejas...
cuando te marchas, dulce despedida destinada al encuentro,
escucho el murmullo, escribo: mañana!

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