Lola duerme
El mundo se desvanece
Lola sueña con la persistencia de la garúa y tira las sábanas al piso porque el sol (su pérfido enemigo) la ha retado. Ella vuelve a soñar, con desdén lo deja brillar.
¿Es lo único que puedes hacer? le pregunta Lola y Sol se convierte en un folleto de propaganda turística. Lola lo arranca de la pared, ríe y con su risa otras estrellas nacen, mueren y sus supernovas y sus agujeros negros le recuerdan la Navidad; a Lola la navidad le parece naranja, ríe otra vez y destruye la Navidad para siempre. La curia vaticana se mete en el sueño de Lola y le presenta un reclamo onírico-diplomático, Lola los mira asqueada; convierte al Papa en un perrito en monociclo y a sus cardenales en gordas y rojas señoras que dicen ¡OHHHHH! Mientras agitan sus abanicos cuando el perrito parece perder el equilibrio.
Lola sueña y se desvanece.
Lola no quiere despertar, y mira al mundo con angustiada levedad.
Danilo escribe y Lola lo rodea: Danilo sabe que va a reír y reír. Y por eso ríe ya. Lola confunde las palabras en sus libros. Danilo ríe y lee:
“apenas a él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Volposados en la cresta del murelio, se sentían balparamar, perlinos y márulo. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de la gunfias.
Capítulo 68
Danilo decreta un silencio total y escucha la risa de Lola. Danilo besa el vacío y Lola despierta riendo porque el pobre Danilo cree que existe más allá de su sueño.
Lola vive suspendida de un hilo, nombra las cosas y luego las olvida. Caen muertas.
Cementerio que barren con precisión y premura todas las mañanas.
Lola dibuja un laberinto con tiza blanca en la vereda y grita: ¡salta ahora! ... elige el mundo que quieras destruir, te lo regalo.
Lola se establece en sus sueños con un palacio
Lola, con una bandera y un iglú de esteras
se establece en sus sueños y con sonrisas burla la vigilancia.
Palabras Lola ¿es esta nuestra existencia? -susurra Danilo en la soledad del cuarto.
El mundo se desvanece
Lola sueña con la persistencia de la garúa y tira las sábanas al piso porque el sol (su pérfido enemigo) la ha retado. Ella vuelve a soñar, con desdén lo deja brillar.
¿Es lo único que puedes hacer? le pregunta Lola y Sol se convierte en un folleto de propaganda turística. Lola lo arranca de la pared, ríe y con su risa otras estrellas nacen, mueren y sus supernovas y sus agujeros negros le recuerdan la Navidad; a Lola la navidad le parece naranja, ríe otra vez y destruye la Navidad para siempre. La curia vaticana se mete en el sueño de Lola y le presenta un reclamo onírico-diplomático, Lola los mira asqueada; convierte al Papa en un perrito en monociclo y a sus cardenales en gordas y rojas señoras que dicen ¡OHHHHH! Mientras agitan sus abanicos cuando el perrito parece perder el equilibrio.
Lola sueña y se desvanece.
Lola no quiere despertar, y mira al mundo con angustiada levedad.
Danilo escribe y Lola lo rodea: Danilo sabe que va a reír y reír. Y por eso ríe ya. Lola confunde las palabras en sus libros. Danilo ríe y lee:
“apenas a él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Volposados en la cresta del murelio, se sentían balparamar, perlinos y márulo. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de la gunfias.
Capítulo 68
Danilo decreta un silencio total y escucha la risa de Lola. Danilo besa el vacío y Lola despierta riendo porque el pobre Danilo cree que existe más allá de su sueño.
Lola vive suspendida de un hilo, nombra las cosas y luego las olvida. Caen muertas.
Cementerio que barren con precisión y premura todas las mañanas.
Lola dibuja un laberinto con tiza blanca en la vereda y grita: ¡salta ahora! ... elige el mundo que quieras destruir, te lo regalo.
Lola se establece en sus sueños con un palacio
Lola, con una bandera y un iglú de esteras
se establece en sus sueños y con sonrisas burla la vigilancia.
Palabras Lola ¿es esta nuestra existencia? -susurra Danilo en la soledad del cuarto.
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