Ya sé lo que pasa

es que nadie me lee, ni siquiera cuando me leen. Falta de intentio diria Brentano.
Y yo
que estoy poseído
por la voluntad de ser
un horizonte
de sentido: Azul y de un ocre sutil.


Entradas más populares de este blog

Amareto

contra las violentas certezas

Ingratuidades