15 noches y un millón de años luz

sali como despertando la piel o huesos
el sol salpicaba al ver
cómo nos cubría la sábana de la noche
nadie dijo pie, deseo, corazón, dedos
nadie oyó irse a las sombras

supimos las noches del sueño
las de la espera y el disolverse en el otro

pero entre lo indescifrable estaba
el reflejo infinito/
el sentirse atado al río profundo
que no correrá nunca en las propias venas

salí sólo para saber que mi cuerpo seguía
aún entre las mortajas que olvidara la penumbra/

y era tan sólo un hombre despertando al amanecer
un hombre bello, soñoliento como el aire del verano,
alguien sin tiempo, un soplo de mar sin principio ni fin

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