cosas

dejé caer los escarpines cuando bajaba
a prisa por la escalera al escuchar tu nombre
pero ya no estabas ahí para alzarlos
debí esconder, entonces, el apuro lleno
de tantas horas a la sombra,
pero no/

jugué a empequeñecer
a ser una mancha más del zócalo
a esperarte como una pelusa
del quinto escalón/

estoy aquí ahora, disimulada
entre las cosas que nadie ve/
a la espera de los ojos que
me dibujen el cuerpo

Comentarios

Franco dijo…
¡Cómo estás, Leto! Pródiga. Muy hermosos poemas.
Franco dijo…
Lo diré de nuevo: ¡faaaaaa! Este es precioso.

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