un regalo para mis amigos
Amigos míos cumplo un año más y les tengo tres regalos. Una canción "l'amitié", algo que dijo Vittorio Gassman y me ha hecho reír un buen rato: "El único error de Dios fue no haber dotado al hombre de dos vidas: una para ensayar y la otra para actuar". El regalo final que me servirá para despertar el día 12 con una gran sonrisa fue otra cosa que dijo Peter Ustinov: "El secreto de vivir y conservar el optimismo estriba en ser lo bastante tonto para creer que lo mejor está por venir" La Amistad Muchos de mis amigos han venido de las nubes, con el sol y la lluvia como simples equipajes. Hicieron la estación de las amistades verdaderas, la más bella estación de las cuatro de la tierra Ellos tienen esa dulzura de los más bellos paisajes y la fidelidad de las aves de viaje. En sus corazones esta grabado un infinito cariño aunque, alguna veces, en sus ojos, se desliza la tristeza Entonces, ellos vienen a refugiarse conmigo, y tú, también, tú vendrás Tú podrás...
Comentarios
el lado b de la cinta...
hace tiempo que no escuchaba esta canción.
Dejé en el camino imágenes que me resultaron demasiado obvias y tentadoras como un grupo de obreros rusos celebrando en una plaza de Moscú en 1917, una fotografía casi borrada donde los ojos y las bocas abiertas parecen hoyos oscuros y profundos; el retrato de Fenelón, con una expresión de calma propia de una espíritu tierno que a mí me pone de buen humor; una linda imagen de la rebelión de Juan Santos Atahualpa donde bailan y tocan alrededor de una rama donde hay un pájaro con una flor en el pico, Juan Santos observa todo sentado y distante dispuesto a tocar una gran caracola no sé si para atraerlos o advertirles del peligro.
Me quedé, finalmente, con una foto de un barrio pobre de Varsovia de inicios del siglo XX donde un hombre sentado tiene un rostro gris y triste como la derrota; la instantánea de la caída de unos paracaidistas que parecen pequeños bultos de ropa incrustados en el cielo gris, no estoy seguro si es en una guerra, porque la foto parece como si hubiera sido hecho por un dibujante muy torpe. Una multitud de hombres que se acercan, no sé si con furia o con alegría, a un camión con caracteres chinos y el dibujo de un círculo, que supongo es un sol; una imagen de Saint-Just donde parece mirar a algún rincón oscuro de la habitación, me imagino al retratista diciéndole: ciudadano Saint Just si no abandona ese rictus de desesperación no podré continuar; una fotografía a color de algunos soldados americanos discutiendo junto a un guerrillero del vietcong amarrado y encapuchado en el suelo abrazando sus piernas contra su cuerpo. Sentí que la imagen que debía acompañar a la canción sin interrumpirla ni exaltarla debía ser la del guerrillero y los americanos, las razones no importan. Como siempre.