arriesgar la camisa, la piel, los botones, los viajes futuros, impagos y heroicos, arriesgar la cena en manteles planchados, la ducha privada, interminable del sábado arriesgar los mates con espuma y amargos, correr con el riesgo infame de dormir pocas horas, andar arriesgando ratos de ocio, callados, de ocio verde de ese que trepa estatuas en la plaza, arriesgar el olor dulce al ámbar, a transpiración del alba, vivir el riesgo improbable de morir por el tedio, caer en la cama a riesgo de dormir sin despertar primero/ en la voz el riesgo de la herida, las disculpas y el disfraz el riesgo como límite entre los deseos y el abismo y nosotros: seres rasgados, agrietados en mil partes/ antes, mucho antes de haber saltado.