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Dulce mes en el regazo,
que protege
misticos atardeceres caidos,
canciòn del tiempo.
Mar negro,
rebelde su pelo blanco sacude,
en mi rostro.
Y piedras de arena endurecida
la costa de montañas tu piel,
que paso a paso he recorrido.
cerros abismales
rulos de un angel el viento e
en mi viento.
El aliento del este
en verdes valles abraza,
y mis pies en tu piel
se deslizan...
No existe final en el camino
a Cusco,
en Mayo.
que protege
misticos atardeceres caidos,
canciòn del tiempo.
Mar negro,
rebelde su pelo blanco sacude,
en mi rostro.
Y piedras de arena endurecida
la costa de montañas tu piel,
que paso a paso he recorrido.
cerros abismales
rulos de un angel el viento e
en mi viento.
El aliento del este
en verdes valles abraza,
y mis pies en tu piel
se deslizan...
No existe final en el camino
a Cusco,
en Mayo.
Comentarios
Oceanida: gracias, tus poemas tambien son brillantes, y se que las tristezas deben decantarse, convertirse y transformarse, asi que, de crisalida a mariposa espero tu regreso en palabras... en alas tu presencia. Un abrazo de Luz, con aroma a sal...