vacíos
Un dedo traza el muro que crece por cada signo sin aliento por cada palabra precavida donde escondió los miedos/ los huesos/ sus besos límpidos quedaron en el recuerdo que dibujó una cara/ un cuerpo y no el deseo que hoy lo desoye lo desmiente /lo divierte lo disuade de ese espejo donde no se encuentra ese fantasma soplado por otros lo condena a mirar y no verse/ a vigilarse el sueño: ciego reino donde ella –dueña- diera al amo, sin trofeo a cambio, el duelo por un hueco bajo el dibujo inerte de una piel donde confundir el tiempo y concebir su sexo latiendo/ lento